Los 7 Pilares de los Buenos Equipos

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En este video te comparto 7 pilares que ayudan a la construcción de un buen equipo. Te invito a verlo, a reflexionar sobre cada uno de ellos y a incorporarlos a tu vida y en tus equipos.

LOS 7 PILARES DE UN BUEN EQUIPO

Por Humberto Rueda-Mentor de Felicidad

Mentor certificado CIM, MW y MS

humberto@beeon.co

 

El trabajo en equipo es uno de los retos más grandes en las organizaciones.

Curiosamente, las organizaciones se crean para sumar los aportes de sus miembros con el fin de cumplir su propósito de agregación de valor social y obtener la compensación económica por su contribución, generando bienestar y riqueza a todos los miembros del ecosistema.

Por lo importante que es tener equipos cohesionados, y lo retador que esto representa, quiero compartirte 7 pilares que considero fundamentales para conformar buenos equipos, equipos de alto desempeño. Estos pilares están relacionados con compromisos que necesitamos asumir todos los miembros del equipo, a nivel individual. Te invito a reflexionar cada uno de estos pilares, a adoptarlos y a inspirar a tus equipos, ya sea a nivel laboral, familiar o comunitario:

1.       Ten un propósito compartido: En mi experiencia como facilitador de programas para la felicidad laboral he podido verificar que, en la mayoría de los casos, los equipos no tienen claro cuál es su propósito; ese norte inspirador que energiza la acción. Algunos tienen una vaga idea del propósito de la empresa, pero no de su área en particular. Cuando un equipo tiene claro su propósito, lo comparten y se sienten inspirados por él, se crea una fuerte cohesión entre sus miembros. Además, un propósito claro guía las decisiones, al sugerir siempre los caminos que apuntan en su dirección. Por otro lado, un propósito compartido e inspirador le da fuerzas al equipo para afrontar los retos normales que se pueden presentar, ya que este inspira la trascendencia, a través del servicio y de agregar valor social.

2.       Mantén alta tu motivación: Además de energizarte e inspirarte con el propósito compartido, es necesario mantener alta tu motivación, de manera que tu energía vital esté en el nivel más elevado posible. Cuando tu energía vital es alta, puedes ver con mayor claridad y tomar mejores decisiones, para el beneficio del equipo y del tuyo propio. Asegúrate que tu motivación no dependa de algo externo a ti. Por eso, hecha mano de aquellas cosas que te mantienen lleno de entusiasmo. Por ejemplo, asegúrate de que lo que aportas al equipo esté relacionado con tu talento y con tu pasión, ya que esto aumentará el disfrute con lo que haces. Inicia el día con pie derecho, meditando, haciendo ejercicio y alimentándote de forma energética y saludable. Valora y aprende de los errores tuyos y de los de otros y aprende todos los días algo nuevo. Celebra tus logros por pequeños que sean, inspírate con historias de éxito y dale diversidad a tu vida, a través de hobbies que puedas practicar en tu tiempo libre.

3.       Da siempre lo mejor: Cuando aportas a tu equipo tus talentos y das siempre lo mejor, tu 100%, el resultado siempre será el mejor posible, incluso, si no logras el objetivo que deseas. Cuando das lo mejor de ti, vives en un estado de paz interior, porque no te guardas nada, porque no le cedes tu poder a la pereza. Si no logras lo que deseabas, reflexionas qué puedes aprender de la experiencia para hacerlo mejor la próxima vez y, tal vez, lograr tus metas. Si das siempre lo mejor, tú y tu equipo serán imparables.

4.       Pide ayuda: Muchos de nosotros fuimos formados con la creencia de que pedir ayuda es de los débiles. Por el contrario, quiero invitarte a que adoptes una nueva creencia: pedir ayuda es una señal de fortaleza, de humildad y de grandeza. Apenas reconozcas que te está costando trabajo sacar adelante una tarea en particular, levanta la mano y pide ayuda a un miembro de tu equipo que tenga las habilidades que tú necesitas. Si lo haces, ganará el equipo, porque se hará la tarea, ganará tu compañero, porque pondrá en práctica sus talentos que tanto disfruta usar y ganarás tú, porque podrás aprender de las habilidades de tu compañero y porque podrás disfrutar de lo maravilloso que es sentirse apoyado por el equipo.

5.       Ofrece ayuda: Ofrecer ayuda es la otra cara de pedir ayuda. Si ves que un compañero de tu equipo está teniendo dificultades con una tarea, no esperes a que las cosas salgan mal para él y para el equipo. Ofrécele tu ayuda. A los seres humanos nos gusta ayudar y sentirnos útiles, por lo disfrutarás del placer de apoyar con tus talentos y de celebrar juntos del sacar adelante un proyecto más del equipo.

6.       Acoge la “fricción creativa”: Si trataras de pedalear en una bicicleta sobre una superficie de hielo mojado, probablemente notarías que las ruedas “patinan” y no puedes avanzar. Esto sucede porque no hay fricción entre las ruedas y la superficie. Por el contrario, cuando pedaleas sobre una carretera, la bicicleta avanzará, gracias a la fricción que existe entre la rueda y la carretera. A veces vemos los desacuerdos como un obstáculo para el equipo, como algo que lo frena. Yo te invito a que, por el contrario, acojas la “fricción creativa”. La fricción creativa se da cuando en el equipo existen desacuerdos en cómo lograr un objetivo en particular, pero con un acuerdo sólido en el objetivo en sí. Al haber acuerdo en lo fundamental, en el propósito compartido, permitir la fricción ayudará a que el equipo avance mejor y más rápido. Muy probablemente no decidan seguir la opción propuesta por una persona, ni la propuesta de la otra, sino que creen una tercera propuesta, con lo mejor de las dos iniciales. Eso es creativo y por eso la fricción es una de las fuerzas que impulsa a los equipos a avanzar hacia el logro eficiente y armónico de sus metas.

7.       Honra la Confianza: La confianza es uno de los grandes activos que podemos tener las personas y es algo que vamos ganando y sumando, a medida que la honramos con nuestras acciones. Cuando existe confianza entre todos los miembros del equipo, no es necesario el desgaste de la supervisión porque cada uno aporta sus talentos para el logro del propósito compartido, con la certeza de que los demás están haciendo lo mismo y dando siempre lo mejor.

Los equipos están conformados por personas con características, cualidades, necesidades y sueños particulares e individuales. Aun así, cuando eres parte de un gran equipo y lo alimentas con tu talento, tu generosidad y tu amor, descubrirás que siempre podrás ser más grande, gracias al aporte de tu tribu, de tu capital social.