La Mano más Rápida del Oeste:El Poder de la Disponibilidad
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En nuestra vida laboral es común encontrarnos en situaciones en las que nos piden un favor, o realizar una tarea que no está dentro de nuestras responsabilidades (ayudar a un compañero con una hoja de cálculo, llevarle un café a un visitante, contestar el teléfono del vecino, o barrer una basura que alguien tiró al piso). Algunas veces, el pedido que nos hacen implica aún más tiempo y podría estas asociado, por ejemplo, con cubrir a un compañero de otra área durante sus vacaciones.
Aquí es donde comienza nuestro ego a jugarnos malas pasadas, porque pensamos o decimos: “esto no me toca hacerlo a mí”, o “yo no soy un regalado”, o “a mí no me pagan por eso” y ponemos todo tipo de trabas para hacer lo que nos piden o, simplemente, no lo hacemos.
Hoy quiero hablarte de un juego que te va a ayudar a abrirte caminos para lograr tus sueños, a aprovechar todas las oportunidades que la vida te entrega, a fortalecer tus relaciones con los demás y a desarrollar tu capacidad de ser más feliz. Este juego se llama SER LA MANO MÁS RÁPIDA DEL OESTE, expresión que tomé de mi guía, Alfredo Besosa, a quien aprecio mucho y con el que me formé por muchos años.
Ser la mano más rápida del oeste está relacionado con una Competencia Interna que tenemos todas las personas y que es el corazón de la actitud de servicio. Esta competencia se llama DISPONIBILIDAD y es la acción incondicional de servir a los demás con amor, dando siempre lo mejor que tenemos (nuestras fortalezas).
La vida está llena de oportunidades que están al alcance y visibles sobre la superficie. El que levanta la mano primero para ofrecerse a ayudar es el primero o el único que las aprovecha. Las oportunidades vienen disfrazadas de un favor que te piden en el trabajo, de una tarea extra que te pide tu jefe, o de una ayuda que requiere tu vecino.
El juego de ser la mano más rápida del oeste consiste en estar siempre disponible para aportar tus conocimientos y tus habilidades al servicio de quien lo necesite, siendo consciente que, cuando sirves, estás creando valor para los demás, fortaleciendo tus relaciones y engrandeciendo tu alma, porque a través del servicio tú le das significado a tu vida.
Todo juego tiene unas reglas. Las reglas de este juego te van a ayudar a saber cuándo la vida te está pidiendo que juegues y cuándo no es el momento de jugar. Para saber la respuesta, necesitas responderte 2 preguntas:
1. ¿Ese favor que me piden lo sé hacer?
2. ¿Tengo las capacidades y los recursos para hacerlo?
Si la respuesta a ambas preguntas es SÍ, te invito a que lo hagas sin pensarlo dos veces, por que la vida, a través de esa persona que te pide un favor, te está invitando a que actúes para fluir por el camino que te dará más satisfacción y te abrirá las puertas a oportunidades impensadas.
Veamos un ejemplo.
Tu compañero te pide que le ayudes con unas tablas dinámicas en la hoja de cálculo. No es tu trabajo, pero te preguntas: ¿conozco cómo trabajar las tablas dinámicas? Si la respuesta es sí, te preguntas: ¿tengo los recursos para hacerlo?, por ejemplo, ¿tengo el tiempo disponible para ayudar a mi compañero ahora? Si la respuesta a esta pregunta también es sí, no lo dudes dos veces y ayúdalo con las tablas dinámicas. Por el contrario, si no conoces de tablas dinámicas, sería irresponsable ayudarlo, porque le harías más mal que bien. Por otro lado, si sí conoces de tablas dinámicas, pero en este momento tienes que atender una reunión con un cliente, y que no puedes aplazar, no tienes el recurso tiempo disponible, por lo que no lo podrías ayudar, al menos no en este momento y tendría que esperar hasta que regreses y tengas la disponibilidad del tiempo.
No te sorprendas que, por ser una persona siempre disponible, por ser la mano más rápida del oeste, te ofrezcan una mejor oportunidad laboral, dentro o fuera de tu compañía actual. Es simple, el mundo siempre preferirá personas disponibles, que personas que tienen un “pero” para todo.
Te invito a partir de hoy a ser la mano más rápida del oeste, a servir con amor cada vez que te lo soliciten, a darle sentido a tu vida y a desarrollar tu capacidad de vivir cada día más feliz.
Entre más sirvas a los demás, más útil y relevante serás para el mundo y más fácil será que te llamen a ser parte de la selección mundial del éxito.