Liderazgo, Servicio y Propósito: ¿Pagarías por Servir?
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Cuando trabajo con nuestros clientes, en nuestros programas de formación para el desarrollo de las Competencias Internas para la Felicidad laboral, uno de los temas que cubro y que es uno de los elementos fundamentales de nuestro método, es el PROPÓSITO.
El propósito es el primer elemento de nuestro método, porque este es como la brújula que nos marca la dirección de nuestro camino. Cuando tenemos el propósito claro, avanzamos con entusiasmo, confianza y paso firme hacia el logro de los resultados que queremos para nuestra vida a nivel personal y profesional.
En ese ejercicio de exploración, descubrimos que el propósito de la vida es aprender a ser felices y el de nuestro aporte al mundo es expresar el amor a través del servicio a los demás. Por eso, unimos esos dos componentes del propósito para concluir que el propósito de la vida es: aprender a ser felices y a expresar el amor a través del servicio a los demás. Expresar el amor es expresar y dar lo mejor que tenemos; poner nuestras fortalezas al servicio de los demás.
Todo lo que realizamos al relacionarnos con nuestro entorno está enmarcado en el servicio, en dar valor. Cuando damos valor, cuando servimos, expresamos todo nuestro interior y todo nuestro potencial y, gracias a eso, somos y crecemos para ser cada vez mejores seres humanos.
La frase de Rafael Echeverría que dice: “La acción genera ser” nos ayuda a recordar que los seres humanos somos en la medida en que actuamos y, al actuar, desarrollamos y enriquecemos nuestro ser. Cada vez que actuamos, servimos, por lo que el servicio es el camino para desarrollar y enriquecer nuestro ser.
Por eso, desde la perspectiva de nuestro desarrollo interior, decimos de forma figurada que deberíamos pagar porque se nos permitiera servir. ¿Por qué?, porque al servir podemos ser, al servir crecemos interiormente. El primero que gana en el servicio es el que sirve, porque, al dar, aumenta su valor interior.
Cuando comprendemos que el propósito de cualquier función, de cualquier trabajo, es aprender a expresar el amor a través del servicio a los demás, creamos una conexión emocional con lo que hacemos, nos llenamos de entusiasmo, damos lo mejor de nosotros y, al dar lo mejor, ponemos al servicio de los demás todas nuestras capacidades, nuestra creatividad y somos más eficientes en lo que hacemos.
No es extraño que, en el mundo laboral hoy en día, las personas, sobre todo los más jóvenes, buscamos trabajos en los cuales veamos un propósito claro y sintamos que son trabajos con sentido, que aportan al bienestar de la sociedad. Por eso nos conectamos emocionalmente más fácilmente con empresas en las que sentimos que lo que hacemos agrega valor y bienestar a los demás y, a través de agregar valor, generamos bienestar para nosotros mismos, porque le damos sentido a nuestras vidas.
Y, ¿qué tiene que ver todo esto del servicio con el liderazgo?
Líder no es la persona para quien trabajan los demás; líder es el que trabaja para los demás, para apoyarlos, para guiarlos. El liderazgo es, de hecho, una vocación de servicio. El líder no es líder por su poder, sino por su mayor capacidad de servicio; es el que tiene más amor para dar.
Imagina un árbol sobre la superficie. Tiene un tronco que sube hasta lo más alto, del cual se desprenden sus ramas, de las que se desprenden ramas más pequeñas y, así sucesivamente, hasta llegar a cada una de sus hojas. El tronco es fuerte y grueso porque, a través de él, suben desde las raíces los nutrientes (el amor) para llevarlos hasta la hoja más remota. En este ejemplo, el tronco es el que más sirve, es el que más amor entrega y, por lo tanto, simboliza al líder. Sostiene todo el árbol, se sostiene a sí mismo, se da alimento a sí mismo y da alimento a los demás.
Así como el árbol, en la naturaleza todo es jerárquico, no del que más manda al que más obedece, sino del que más da, al que más necesita recibir para dar a su nivel de menor jerarquía.
En tu trabajo, ¿tienes personas a cargo? ¿Qué tan fuerte es tu vocación de servicio para con tu gente?
¿Aspiras a un cargo de mayor jerarquía? ¿Lo quieres para que te sirvan o para servir y crecer a medida que sirves más?
Te invito a identificar tu propósito a la luz del servicio a los demás y, si tienes un cargo de mayor jerarquía, identificar tu propósito a la luz del servicio a tu gente. Permite que ese propósito sea tu guía, tu fuente de inspiración y de motivación, la ruta para tu realización personal y disfruta intensamente al dar amor a través de servir.