Que no te pase!: Los 5 arrepentimientos antes de morir

humberto@beeon.co

El pasado 25 de septiembre de 2019 leí un artículo publicado en el periódico EL TIEMPO, titulado “Los 5 arrepentimientos de la gente que está a punto de morir”. En el artículo se menciona el trabajo realizado por Bronnie Ware, una enfermera australiana dedicada a atender pacientes terminales y que quedó plasmado en su libro “The top regrets of the dying”.

Según Bronnie, las 5 cosas de las cuales más se arrepienten las personas antes de morir son:

1.    Quisiera haber hecho lo que quería y no lo que otros querían que hiciera

2.    Ojalá no hubiera trabajado tanto

3.    No haber expresado mis sentimientos

4.    No haber dedicado tiempo a los amigos

5.    No haber sido más feliz

Quiero analizar una a una de estas 5 cosas, a la luz de los conceptos que trabajamos en Bee On, con el fin de ofrecer una perspectiva diferente que te ayude a vivir la vida libre de arrepentimientos y a llegar al final de tu camino en un estado de satisfacción y paz interior:

1.    Quisiera haber hecho lo que quería y no lo que otros querían que hiciera – A la mayoría de nosotros nos enseñaron que hay unos patrones de comportamiento que nos llevan al éxito. De hecho, hay organizaciones aun en las que las personas se comportan de cierta manera, porque es la “manera correcta”; esos comportamientos trascienden el entorno laboral y las personas terminan imitando hasta los hobbies. Nos da miedo ser auténticos, no encajar y terminamos por aceptar ser uno más del rebaño. Por fortuna, la humanidad está viviendo grandes transformaciones que demandan lo mejor de cada ser humano. Es el momento de aportar tus características únicas, tus cualidades particulares y soltar los patrones heredados.

2.    Ojalá no hubiera trabajado tanto – Es cierto que es necesario mantener una vida en equilibrio; hay momentos para la acción y momentos para la recuperación. Sin embargo, cuando nos lamentamos por trabajar demasiado, lo que realmente lamentamos es estar trabajando en algo que carece de sentido y que no nos inspira. Al final de la vida, tener dinero es importante, pero haber vivido una vida con significado es algo que nos llena de satisfacción. El trabajo es parte fundamental de nuestra vida, porque, a través de él, tenemos la oportunidad de servir a los demás. Cuando servimos nos sentimos útiles y le damos sentido a nuestras acciones. Encuéntrale sentido a tu trabajo, un significado más trascendental que aportar tu tiempo por dinero y comenzarás a disfrutarlo y a hacerlo con energía y pasión.

3.    No haber expresado mis sentimientos – Somos seres emocionales. Actuamos movidos por lo que sentimos, más que por lo que pensamos. Aunque a la mayoría de nosotros nos enseñaron a bloquear nuestras emociones y que expresarlas era un signo de debilidad, hoy reconocemos que son nuestro motor. Necesitamos recuperar la habilidad de reconocer las emociones, porque ellas son una guía para desarrollar nuestra capacidad de ser felices. Una vez las reconocemos, la tarea es aprender a gestionarlas para encauzarlas hacia el logro de los resultados que queremos para nuestras vidas. La expresión de los sentimientos de amor, gratitud y aprecio son como los enlaces químicos que fortalecen nuestras relaciones con los demás y nos permiten disfrutarlas. Expresa tu aprecio y gratitud a los que te rodean y te apoyan.

4.    No haber dedicado tiempo a los amigos – Somos seres interdependientes; no estamos hechos para vivir solos y nunca vivimos solos. Uno de nuestros capitales más preciados es el capital social; esas personas con las que compartimos metas, valores y sueños y que son nuestra red de apoyo y nosotros la suya. En el nivel más amplio, la humanidad entera es parte de nuestro capital social. A veces nos relacionamos con las personas por el beneficio económico que podemos obtener de ellas y nos perdemos la oportunidad de disfrutar sus cualidades humanas. Disfruta en armonía tu familia, llama a un amigo que no veas hace tiempo, siéntate a charlar por el placer del reencuentro y sin ningún interés diferente al compartir, a escuchar y a ser escuchado. Esos momentos se convertirán en un gran tesoro y en una forma de recargar energías.

5.    No haber sido más feliz – Cuántos disgustos, cuántas relaciones perdidas, cuántos resentimientos sostenidos que no nos aportaron más que dolor, tristeza y auto aislamiento. Comprender que estamos aquí para aprender a ser felices y a expresar el amor a través del servicio a los demás nos ayudará a entender que todas las situaciones que vivimos son un regalo; son oportunidades para aprender y, al aprender, expandir nuestra capacidad de ser felices. Resignificar las situaciones dolorosas, al comprender el valor que estas traen, nos facilitan el proceso de liberación del resentimiento, lo que nos permite perdonar. Despierta, date cuenta, vive en modo aprendizaje, agradece cada experiencia y, en todo momento, da lo mejor de ti.

¡Disfruta el regalo de tu vida!