Si la línea de nuestras vidas fuera una superficie perfecta y no existiera ninguna fricción entre la rueda y la superficie, la rueda giraría en el mismo sitio y sin avanzar. Para que la rueda pueda avanzar es necesario que exista fricción. Así también es nuestra vida a nivel personal y a nivel laboral.
Por eso la fricción no solo nos permite avanzar, la fricción puede ser creativa.
No pierdas el tiempo reteniendo a tu mejor talento. Necesitas ser capaz de atraerlo y seguir atrayéndolo y conquistándolo, creando un entorno que le genere valor y bienestar.
Las organizaciones que comprenden qué le hace feliz a su gente están creando nuevas culturas, soportadas en valores centrados en la gente. Incluso más que en el cliente, ya que los equipos felices harán felices a los clientes y los clientes felices siempre regresarán y apoyarán el crecimiento de las empresas. Son las que Rafael Echeverría llama: Las empresas emergentes.
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